Por fin te has atrevido a dar el paso y te has hecho tu piercing nuevo, pero el proceso de no termina con la perforación y con tu oreja adornada con tus pendientes favoritos. Mantenerlos alejados de infecciones es fundamental para que puedas disfrutar y lucir al 100% tus piercings sin que te den más de un quebradero de cabeza.
Como ya te explicamos en nuestro artículo sobre cuáles son los tipos de piercing que existen, hay varios tipos de piercing según la zona de tu oreja: el tragus, el conch, el del lóbulo…
Todos pueden llegar a infectarse sin los cuidados y la higiene adecuada, por eso en Dime que me quieres queremos poner a tu disposición una guía de cuidados para que sepas cómo curar tu oreja después de hacerte un piercing ¡Presta atención!
ANTES DE HACERTE UN PIERCING
Lo más importante a la hora de hacerte un piercing es ponerte en manos de un especialista, de esta forma podrás evitar muchos problemas a la hora de curar tus piercings, ya que podrán asesorarte sobre qué piercings son los más adecuados para una primera puesta.
En nuestro estudio piercing, nuestros profesionales utilizan aguja americana a la hora de perforar. A diferencia de la pistola, la aguja realiza un corte limpio sin romper el tejido, el pendiente queda mejor ajustado y el riesgo de infección es mucho menor.
Siempre puedes elegir el piercing de acero quirúrgico típico que se suele utilizar en estos casos, o puedes optar por uno de nuestros piercing de primera puesta de titanio en color plata u oro anodizado y así darle un toque más original y con mucha más personalidad al diseño de tu oreja.
¿CÓMO CURAR UN PIERCING EN LA OREJA?
Una vez tengas claro qué piercing te gusta más para tu primera puesta, es hora de poner en marcha la higiene correcta para evitar infecciones. Para nosotras hay tres reglas fundamentales:
- Cuida de tu piercing diariamente: Limpia y desinfecta el piercing de forma diaria. Te recomendamos usar suero fisiológico y secarlo siempre con una gasa estéril.
- Limpiar y repetir: Repite el proceso de limpieza anterior dos veces al día.
- Evita la humedad: El exceso de humedad no es bueno para curar un piercing de primera puesta, procura mantener esa zona siempre seca en la medida de lo posible.
A veces no es suficiente con llevar una limpieza diaria de tu piercing y es por lo que te recomendamos tener estos consejos en mente para que los pongas en práctica a la hora de curar tus piercings, ya que de esta manera podrás evitar (aún más) las infecciones:
- ¡No lo toques! Uno de los principales consejos que debes seguir a rajatabla después de hacerse un piercing en la oreja es tratar de no tocar ni mover tu nuevo piercing. Tus manos, por muy limpias que puedan estar, pueden arrastrar bacterias que pueden infectar la zona.
- Extremo cuidado: Cuando acabas de hacerte un piercing nuevo, está en proceso de curación, por eso te recomendamos lavarte las manos siempre que vayas a proceder a limpiarlo (recuerda el primer punto)
- Evita líquidos corrosivos: No uses químicos como alcohol, evita ponerte cremas o perfumes, pueden irritar la zona y provocar problemas más serios. Utiliza soluciones salinas como por ejemplo el suero fisiológico.
- ¡Precaución! Zona altamente sensible: Intenta no dormir sobre tu nuevo piercing. Al aplastar tu oreja contra la almohada puedes provocar que se abra la herida o incluso provocar enganchones. Puedes usar una almohada de viaje para ayudarte a mantener la zona elevada.
- Acude a un médico: Si consideras que la curación de tu piercing se está complicando más de lo normal, recurre a un médico, siempre y cuando sea algo urgente como en el caso de que aparezcan infecciones graves o queloides.
TIEMPOS DE CURACIÓN DE UN PIERCING EN LA OREJA
Con el paso del tiempo, comprobarás que tu piercing ya está curado y las molestias están desapareciendo. Es en ese momento cuando no podrás parar de imaginar todas las opciones de piercing y combinaciones de pendientes que querrás ponerte. Pero tienes que tener en cuenta que según donde te hayas hecho tu nuevo piercing deberás esperar un periodo de tiempo determinado:
- PIERCING LÓBULO: Es uno de los piercings que menos tarda en curarse y por ello es uno de los más comunes, debido a que es una de las zonas menos sensibles de nuestra oreja.Su tiempo de curación es de los más bajos: de 2 a 4 meses de cicatrización, al igual que la perforación en el lóbulo superior o upper lobe.
- PIERCING TRAGUS: Uno de los piercings que está cada vez más en tendencia por lo peculiar de la zona en la que se encuentra. Tarda unos 6-12 meses en curar.
- PIERCING HÉLIX: Es otro de los piercings más demandados, y su tiempo de curación está estimado de unos 6 a 12 meses.
- PIERCING FORWARD HÉLIX: Este piercing que se encuentra en la parte superior exterior de la oreja, tarda en cicatrizar de 4 a 6 meses.
- PIERCING SCAPHA. Otra de las perforaciones que comienza a ser tendencia es el scapha o flat. Situado en la zona interior superior de la oreja, tarda en curar entre 6 a 12 meses.
- PIERCING ROOK: Seguimos en el interior de nuestra oreja, pero esta vez un poco más abajo del scapha. El rook también cicatriza entre 6 a 12 meses.
- PIERCING CONCH: Por último, el conch situado en la zona del cartílago interior de la oreja, tarda aproximadamente unos 6-12 meses en cicatrizar.
En Dime que me quieres podrás encontrar tu pendiente ideal de titanio en grado implante en color plata u oro anodizado tanto para tu piercing de 1ª puesta como piercing de 2ª puesta y renunciar al aburrido pendiente medicinal de siempre.
Y te lo ponemos aún más fácil: desde nuestra tienda on-line podrás comprar tu pendiente de primera puesta y reservar tu cita en cualquiera de nuestros Studio Piercing de Madrid, donde contamos en nuestro equipo con Andrea, anilladora profesional con años de experiencia. No esperes más y ponte en nuestras manos para diseñar tu oreja.
